navegante
Ojala alguien haya llegado hasta estas aguas, estuvieron abandonadas por muchos meses pero ahora se agitan y se mantendran agitadas en adelante.
Escribo desde La Paz Bolivia, lejos, fisicamente, de las aguas del mar pero cerca de ellas en espiritu y vocacion.
Estamos en este pais navegando aguas peligrosas en tiempos de tormenta y si bien un buen marino no se forma en aguas calmas sino en fuertes tempestades, no sabemos si el capitan que esta a cargo de nuestro buque tendra la suficiente habilidad para conducir el barco, leáse el país, hasta el puerto del desarrollo y la unidad.
sábado, noviembre 18, 2006
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